
Siempre es difícil una despedida.
Mis recuerdos del ayer durarán toda una vida. Guardaré los mejores sin pensar en un reencuentro y juró que intentaré olvidar los demás, que serán los que lo impidan.
Mis monólogos... tratarán de otras cosas...
(El resto del discurso me lo reservo.)
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