Calma

Sí, pasada la tempestad viene la calma. Arribada en la orilla se mece lánguidamente la barca que ayer, la zozobra batía contra las olas del miedo y la desesperación.
Ahora, tranquilo, echo mi vista atrás y descubro las huellas, cada vez menos profundas, que quizás nunca se borren. Caminos transitados antaño en busca de mi cura cuando estaba herido. Creí encontrar remedio pero las espinas del camino laceraron mortalmente mi corazón.
Hoy, en aparente calma pues el sol no luce esplendoroso, me refugio en los recuerdos de instantes vividos o, simplemente, soñados. La suciedad perdura.

0 comentarios:

Publicar un comentario

 
Elegant de BlogMundi